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En asesoría de imagen una de las premisas más importantes y que tenemos que tener más en cuenta es EL COLOR. Un vestido puede ser maravilloso por ejemplo de Carolina Herrara, pero si este tiene un color que no favorece a nuestro rostro, es porque no se ha tenido en cuenta, los pigmentos de la piel, del pelo y de los ojos. Es preferible que el vestido sea menos maravilloso pero que el color sea favorecedor a nuestro tipo de piel. ¿Pero como podemos saber a la armonía a la que pertenecemos? Os enseño unos trucos. Deben coincidir dos características dentro de la misma armonía, es decir, si tienes los ojos marrones, el pelo castaño y la piel blanca, perteneces a la armonía cálida, si por el contrario los ojos fuesen azules, pertenecerías a la armonía fría, porque los ojos y la piel son frias, aunque el cabello sea cálido. Una vez que sabemos a la armonía a la que pertenecemos lo tendremos en cuenta para proyectar la imagen deseada, si quieres una imagen que pase desapercibida, sin llamar la atención y perteneces a la armonía cálida, debes usar colores cálidos, pero si por el contrario quieres ser una persona visible ante los demás y destacar, tendrás que vestir colores fríos.
¿Sabes a que armonía perteneces?
