Lo primero que debemos hacer es una limpieza de armario, o detectar qué piezas nos faltan en nuestro fondo de armario (por ejemplo: una camisa blanca, un pantalón negro, salones básicos…). Es importante también, saber que las rebajas de invierno al igual que las de verano nos ofrecen prendas que no podremos llevar todo el año y por ello nuestra elección debe centrarse en prendas que no sean una simple tendencia sino que puedan aprovecharse varios años. Si por el contrario lo que queremos es un vestido de esta temporada para lucirlo en una única ocasión, las rebajas nos vendrán muy bien para adquirirlo.

En ocasiones, aún con descuento, las prendas que deseamos resultan costosas, pero nos dejamos llevar por la euforia… ERROR. Otro paso importante antes de ir de compras es fijarnos un presupuesto tope, una cantidad que, pase lo que pase, veamos lo que veamos, no se pueda rebasar. Conscientes de ello, una vez encontradas las prendas que necesitábamos, podremos comprar algunos complementos de temporada para seguir actualizando nuestros looks o bien aquella pieza costosa que tanto deseamos, sin salirse demasiado del presupuesto antes citado.
Cuidado con caer en la trampa de los avances de las nuevas colecciones. Ir a las rebajas con el fin de comprar por mucho menos y acabar comprando artículos de la nueva temporada es muy usual, y no es de extrañar, ya que éstas prendas suelen ser las mejores expuestas y cuidadas, con lo que nos resultan más atractivas.